EL FIN DEL LIBRO EN PAPEL:
EBOOK, PIRATERÍA Y OCIO PASIVO
LA MUERTE DE LA LITERATURA
Cada vez
cierran más librerías y cada vez se escribe menos. La Literatura tal y como la
conocíamos está llegando a su fin. Su muerte es inminente. No es un pronóstico,
es un hecho.
Las ventas caen, los lectores disminuyen, los
escritores se sienten infravalorados, la piratería aumenta, y sólo aquellas
letras que se condimentan con formatos multimedia logran respirar alguna
bocanada en este asfixiante ambiente carente de oxígeno.
Yo mismo,
en ocasiones, me imagino que soy un escritor en ciernes, que sólo necesito
tiempo para conseguirlo. Pero uno despierta enseguida. En estos tiempos de cables,
luces y pantallas, dedicarse a la Literatura es una batalla suicida en la que apenas vence 1 entre 1.000.
Hoy en día, son las grandes editoriales las que dictan lo que se escribe y lo
que se vende. Ya no buscan a nadie que desee contar y compartir historias. Buscan
al famoso de turno: tertulianos, deportistas, actores, políticos…etc., aunque
no hayan escrito en su vida. No hay ningún problema. Pronto encuentran a un
negro, un mercenario a sueldo, que les escribe sus memorias. Después, pasan raudos al siguiente
paso. Consiste simplemente en el marketing, en la publicidad. Se venden las portadas, no los libros. Se
vende el “qué dirán”, no el “qué sentirán”. Venden las editoriales, no los escritores. El 90% de la Literatura se ha convertido en un mero producto comercial.
Y los muchos desconocidos, como yo. Los que sí
escriben sus libros, son despreciados. Sólo a aquellos que tienen la suerte de ganar
un premio literario que por suerte no se encuentre amañado, se les recompensa con una primera
edición. Y así llegamos al segundo paso. Aquí entra en juego la gente, los lectores. Algunos
quedan que son íntegros y legales, pero son mayoría los que piratean, los que
creen que “la cultura” debe ser gratis, los que creen que los autores
pueden vivir del aire, los que creen que 10 euros son un precio excesivo para un
libro pero no para una prenda de vestir, una copa o una cena, los que creen que no hay
nada malo en piratearlo todo. Y el asunto se agrava aún más con los
nuevos libros electrónicos. Los compra un lector por 5 euros, y los difunde
gratuitamente entre sus allegados. No, gratuitamente no. A costa de los ilusos
escritores que pretenden ganarse la vida con ello. El 60% de los lectores no son capaces ni de pagar 5 euros por una edición electrónica, y nuestro gobierno no hace nada. ¡Ah, sí! Miento, sube el IVA de la cultura.
Por todo lo dicho, la Literatura está tocada
de muerte. Sólo se editarán libros de famosos, de personajes televisivos, o aquella novela que las editoriales acuerdan convertir en Best Seller a base de publicidad. Las pocas obras de autor que
logran ver la luz, enseguida son destrozadas por las “inocentes” garras de la
piratería: el cáncer de la cultura, cuya metástasis se extiende al 95% de la
sociedad. Ya dieron un fatal golpe al cine y a la música, apenas quedan videoclubs ni tiendas de discos. Y ahora le ha llegado el turno a las librerías. Más de la mitad de ellas cerrarán en los próximos 10 años. No habrá variedad. Nos dirán lo que debemos leer y así se hará. ¡Eso sí! Luego no se quejen si de todo lo que se escribe, el 99% es
una auténtica mierda. Una auténtica mierda semiseca y humeante rodeada de
brillantes moscas color esmeralda.
Estoy de acuerdo en todo lo que has dicho. La sociedad del "todo gratis" y sus miembros (que presumen de almacenar miles de libros que se han bajado gratis porque los escritores deben escribir por pasión y no para poder vivir) están matando la cultura. Supongo que cuando consigan que cierren todas las librerías y editoriales, habrá que felicitarles por haber hecho tan bien su trabajo. ¡Y encima van diciendo por ahí que aman los libros! Sí... ya se nota.
ResponderEliminarY hoy que es el día del libro, lanzo una pregunta al público: ¿Por qué el 90% de los libros que se venden proceden de EEUU o UK? ¿Es que el resto del mundo no sabe escribir y/o contar historias? Mi humilde opinión es que es un síntoma evidente de la transformación de la Literatura en un producto comercial.
ResponderEliminar