jueves, 14 de noviembre de 2013

LOS POLÍTICOS DE ANTES

Me permito transcribir una interesante entrada la Web "Historiasdelahistoria.com", realizada por Javier Sanz:


SI TUVIÉSEMOS POLÍTICOS COMO ZALEUCO OTRO GALLO CANTARÍA

   Zaleuco de Locris, siglo VII a.C., fue uno de los primeros legisladores griegos que hoy en día, lamentablemente, no tendría cabida en el ámbito político. Si la política fuese una balanza en la que se pesase la RESPONSABILIDAD, podríamos poner a un lado todos los políticos del último siglo y al otro a Zaleuco, y la balanza se inclinaría del lado del griego.






  











Zaleuco

 
   Un hijo de Zaleuco fue acusado y condenado por un delito – hay varias versiones robo, adulterio… – cuya pena era la pérdida de ambos ojos. El pueblo pidió a Zaleuco que le perdonase y…

Perdonaré a medias a mi hijo, ya que no es él el único culpable, y mandaré que le saquen sólo un ojo; el otro me lo sacaré yo, pues siendo su padre debí haberlo educado mejor, y así se dará cumplimiento a la ley, ya que ésta nada dice sobre qué ojos hay que sacar

   Pero además de este acto de responsabilidad extrema también fue un político ingenioso. Para erradicar de Locris la ostentación, la suntuosidad y ciertas costumbres:

A una mujer libre que no le acompañe más que una sirvienta, a no ser que esté ebria.

Que las mujeres no salgan de la ciudad por las noches, a no ser que vayan a cometer adulterio.

Que las mujeres no vistan ropas doradas ni vestidos bordados, a no ser que sean prostitutas.

Que los hombres no lleven anillo dorados ni vestido semejante al milesio (habitantes de Mileto), a no ser que frecuenten prostitutas o vayan a cometer adulterio.

jueves, 7 de noviembre de 2013

LOS POLÍTICOS DECLARAN LA TAUROMAQUIA COMO "PATRIMONIO CULTURAL DE ESPAÑA"

Según el Diccionario de la Real Ética Española...

Tauromaquia: 1. Espectáculo donde un grupo de individuos se divierten torturando y matando uno o varios toros.

Según los políticos....




   ¿Hacen falta más pruebas?  ¡Porque tengo muchas más!
   Pero, desgraciadamente, éstas no interesa mostrarlas en los periódicos ni en televisión, ¿verdad? ¿acaso las habéis visto alguna vez el LA RAZÓN, el ABC, o TVE?   ¡Y luego nos escandalizamos por una taco en horario infantil!


     No hay más que decir. Una imagen vale más que 1.000 palabras. Que cada cuál juzgue por sí mismo.
   Solamente me queda agradecer a nuestros maravillosos políticos que nos iluminen en el modo de cómo hay que entender el arte. ¿Para qué iba a hacer falta pedir la opinión de la sociedad si los ciudadanos no entendemos nada de esto? ¿verdad?  Ya eligen los politicuchos por nosotros; ¡y listo!, otro paso más hacia la perfección humana.

viernes, 25 de octubre de 2013

MEJOR CANCIÓN ANTITAURINA (O UNA DE ELLAS)

MEJOR CANCIÓN ANTITAURINA (O UNA DE ELLAS)

   No soy muy amante de los pasodobles, pero este me ha encantado. De enorme calidad vocal y con una letra muy, muy, muy trabajada. Creo que es un deber social compartirlo. ¿Le gustará a todos?...  Lo dudo. Para algunos sera como una astilla bajo la uña.



domingo, 6 de octubre de 2013

Monólogo sobre la crisis laboral, política, económica, moral...etc, etc, etc

La crisis, el trabajo, la energía y Spider Man.




Hola a todos. Me llamo Diego, soy diplomado en Empresariales y llevo 10 años buscando trabajo. Ni que decir tiene que, con mis estudios, esto está más difícil que encontrar un cura ninja, que, aunque ambos llevan trajes parecidos, unos desaparecen tirando una bomba cuando les pillan in fraganti, y los otros prefieren que les caiga una bomba a que les pillen in fraganti.

El caso es que por muchas cosas distintas que he intentado nunca he conseguido un empleo, ni siquiera uno de enterrador en Navalmoral de la Mata; me lo quitó en última instancia un licenciado en Medicina. Me dijeron que él al menos se aseguraría de no enterrar a nadie vivo. Pero no se vayan a creer, yo también poseo un buen currículum. Tengo un F.P., una diplomatura, habló 4 idiomas: castellano, inglés escrito, inglés hablado e inglés oído. Lo que ocurre es que nunca he sido capaz de combinar los tres a la vez, si estoy escuchando lo que me dicen, luego no soy capaz de responder porque necesito por lo menos 1 minuto para pensar la traducción de lo que me han dicho, y para entonces ya he perdido el hilo de la conversación. En cualquier caso, lo de los idiomas no es imprescindible. Hasta se puede llegar a ser presidente del gobierno sin saber ningún idioma, ¡total, si los políticos, hablen lo que hablen, después nunca se entienden entre ellos!

Pero bueno, mejor dejemos por el momento a los políticos, que hablar de este tema me pone más nervioso que a Mick Jagger después de tomarse 7 cafés. Os sigo contando. También tengo informática a nivel de usuario, es decir, que cuando se me bloquea el ordenador sigo el procedimiento técnico habitual: sacudo la pantalla; ¡Que no se arregla…! Pues le doy al enter y al escape hasta hacer saltar la teclas; y, si tampoco lo arreglo, ese ya no es mi problema. ¡Vamos, que llamen a Bill Gates, que yo  ya más no puedo hacer!

Respecto a la experiencia, yo creo que tengo la suficiente: una vez rellené la declaración de la renta y me salió a devolver, y esto es más difícil que a una cajera del DIA se le olvide cobrarte la bolsa. Bueno, pues incluso con mis estudios, con mi F.P., con los idiomas y con mis conocimientos de informática, no hay manera de conseguir ni un puesto de sparring de Chuck Norris.

Mi madre me dice que fallo en la entrevista; que no visto bien; que con los vaqueros y con la camiseta de Halle Berry en Catwoman no caigo en gracia, pero yo un día fui con un smoking y un monóculo, y tampoco me dieron en trabajo, así que no creo que el problema resida en la vestimenta.

Otro de los motivos puede ser el que dice mi amigo Estanislao. Él opina que la única forma de conseguir un puesto de trabajo es por enchufe, pero lo he probado y tampoco me ha funcionado. Hace poco me presenté a una entrevista con 4 bolsas del Carrefour llenas de enchufes que había comprado en una tienda de montajes eléctricos,  nada más llegar se los vacié sobre el escritorio a un señor muy trajeado que había allí; y, la verdad es que quedó impresionado, pero me dijo que ni aún con los enchufes daba el perfil. ¡Vamos, si llego a saber que el trabajo tenía que ver con perfiles, me habría leído antes la biografía de Alfred Hitchcock! (que se ponía de canto al principio y final de las pelis y ya le aplaudían los críticos). Y después, ¡claro! Para aprovechar los enchufes decidí instalarlos en casa. Tocaban a uno por cada 20 cm. de pared, y, como no traían protector anti-niños, ahora estoy de juicios; se me han electrocutado el perro y dos sobrinos y  me ha demandado mi cuñado. ¡Eso sí, siempre tengo uno a mano para recargar el móvil!

Yo ya no sabía qué hacer. Quizás sea por mi mala suerte; porque he de confesar que tengo un poco de mala sombra. El otro día me salieron 3 fresas en la máquina tragaperras y, en lugar de darme premio, tuve que indemnizar al hostelero porque estaban infectadas de e-coli (la bacteria esa de los pepinos para quien le pille a pie cambiao). Mis amigos dicen que soy más gafe que si  Jessica Fletcher en “Se ha escrito un Crimen”, pues fuera donde fuera siempre se cometía un asesinato.

Total, que como no he encontrado trabajo y ahora el asunto está tan jodido, he decidido intentar entrar en el mercado laboral como autónomo. Acabo de alquilar un despacho en el centro de Madrid por 550 euros. Vamos, no es muy grande, tiene 3 metros cuadrados, lo justo para que me quepa la silla y el escritorio. El único problema es que cuando quiero mover el flexo tengo que abrir la puerta. Aún así, he empezado con ánimo. Todas las mañanas me tomo un café mientras me echo al hombro el sofá-cama de mi casa porque mi madre me ha dicho que me tome un café bien cargado para empezar con fuerza el día (y yo no soy quién para contradecirla).

Respecto al negocio que voy a montar, he escogido un sector vanguardista. Me voy a dedicar a ser asesor energético, que a los precios que se están poniendo la luz y la gasolina, esta rama va a ser más rentable que instalar una licorería al lado de la casa de Miguel Ángel Rodríguez (si hay algún americano en la sala le recomiendo que cambié Miguel Ángel Rodríguez por Charlie Sheen para entender el chiste). Además, ya tengo varias ideas de ahorro energético que plantearle al gobierno. Una de ellas la he pensado especialmente para ahorrar gasolina en los desplazamientos. Se trataría de instalar en los coches el sistema este de los cochecitos de juguete que los mueves un poco hacia atrás y salen disparados; pues trasladar esto a un coche real. Después les das 2 euros a 2 gorrillas para que te impulsen al principio de la autovía, y ya llegas hasta Navamorcuende sin gastar un duro en gasolina. El único problema sería que se cabrearían los grandes concesionarios como la Mercedes o la BMW, porque enseguida les adelantarían como marcas preferidas los Micro Machine o los Hot Wheels. La gente ya no presumiría de tener un Ferrari, dirían: “¡Joder, me he comprado un Hot Wheels por 30.000 euros que llega él solo desde Oviedo hasta Albacete!”.

Otra de mis ideas para el ahorro energético la he desarrollado en el entorno de nuestro hogar. Me he basado en la energía eólica, y consistiría en instalar en los alféizares de nuestras ventanas 10 ó 15 molinillos de estos que venden en la Feria, para que al menos nos saliese gratis tener luz en casa. ¡Eso sí, las calles iban a parecer el escenario de Barrio Sésamo!, pero mientras nos aparezcan erizos gigantes regando macetas o jodiéndole la mañana al panadero no creo que se quejase nadie.

Y también he pensado en fabricar electrodomésticos que funcionen por manivela. Sí, sí, como los organillos madrileños. Pero no pararía aquí la cosa, en lugar de la manivela intentaría adaptar el sistema a las ruedas estas donde corren los hamsters, de forma que con 8 ó 9 ratones bien alimentados podrías cubrir incluso el consumo de todos los aparatos. Lo único es que habría que tener cuidado por si viene el afilador, pues con el sonido ese suyo de la flauta aplastada: fiiuuu, fiiuuu, lo mismo los ratones lo confunden con el flautista de Hamelin, se van detrás de él, y te dejan sin poder ver la tele una semana.

Luego, en cuanto a la energía a nivel nacional, no entiendo la política que están siguiendo los expertos. Por ejemplo, están proyectando cementerios nucleares y ningún pueblo los quiere; ¡y eso que incluso les ofrecen dinero por instalarlos! Yo los instalaría hasta pagando; ¡si los residuos radioactivos son lo mejor que hay! ¡Son la materia prima para fabricar superhéroes! Tú te metes en una bañera llena de líquido verde radioactivo y, aunque no sabes el poder que te va a dar, siempre son cojonudos: magnetismo, súper fuerza, invisibilidad… ¡Claro pero esto es en EEUU! Aquí en España un baño radiactivo te podría convertir, por ejemplo, en un Súper Chapuzas; imaginaos a alguien que te arregle, en un par de horas, la cisterna del baño, la lavadora y la persiana. Si esto no es ser un superhéroe, yo ya no entiendo de superhéroes. ¡Vamos! Yo el verano pasado tuve que llamar a un fontanero, a un electricista y a un persianista, y no lo tuve todo arreglado hasta la vendimia. ¡Eso sí, ninguno me cobró el IVA! No te cobran el IVA pero te cobran el desplazamiento; que es más caro que desplazarse en limusina por Suiza.

Por otra parte, también he pensado en prestar servicios a la gente de a pie. Voy a impartir un curso para analizar ofertas de supermercado. Hoy en día, esto es un asunto muy importante, porque no hay Dios que las entienda. Para hacer un pequeño resumen, podríamos enumerar las siguientes: la oferta del día, el 50%, el 2x1, el 3x2, el 4x3, el segundo producto a mitad de precio, el “te descontamos el IVA”, los 3 euros de descuento por cada 40 euros de compra, el “compre 3 y le regalamos otro en su próxima compra”, el “combine 5 yogures de sabores y páguelos como natural azucarado”… En fin, un lío. Hoy en día, con todas las ofertas que hay, es más difícil hacer la lista de la compra que firmar una hipoteca sin que te engañe el banco. El mes pasado me pasé 3 horas haciéndola para ahorrarme 5 euros, que luego se me quedaron en 4 tras pagar las bolsas. Claro, después no me dio tiempo a hacer la comida y tuve que comer en un restaurante donde me soplaron 20 eurazos. Total, que al final perdí 3 horas para gastarme 16 euros de más. Y me supuso tal esfuerzo mental hacer esta lista de la compra, que por la tarde estaba tan cansado para jugar a la consola que perdí en la Copa Fifa con el Albacete en primera ronda.

Y me he reservado para el final la solución definitiva para acabar con la crisis. En un brote de inspiración he pensado que deberíamos imitar a los chinos; pero no me refiero a trabajar de lunes a domingo hasta que den la carta de ajuste, ni tampoco a piratear hasta las gomas de los calzoncillos, ni en añadir en nuestras peluquerías el servicio del “final feliz” (bueno, esto quizás sí). Pero no, no; me refiero a copiar su sistema bancario. Ellos han sacado todo su dinero de los bancos y se realizan los préstamos entre ellos mismos. De este modo se olvidan de la comisión de apertura, de subidas de tipos de interés, de domiciliar la nómina, de intereses por aplazamiento en las compras… Ellos no tienen letra pequeña. Está todo muy claro: si no lo devuelves te revientan la cabeza y problema resuelto. ¡Pero no te engañan!, te queda clara la operación. En cambio, con los banqueros no sabes por dónde te van a salir, son timadores profesionales, son como las pirañas, pero sin escrúpulos. Y, si os fijáis, ellos tampoco necesitan saber idiomas; no tenéis más que ver como habla Botín el inglés; ¡Vamos! Que hasta Ana Botella (la súper mujer de Aznar y por ello también presidenta de Madrid) lo habla mejor que él. Pero no importa, los banqueros ganan más que todos los que estamos aquí juntos, al igual que los presidentes de las multinacionales, o los políticos. Estos últimos, nada más sentarse en el sillón ya empiezan a acumular cargos, tanto en el ámbito laboral como en el judicial. Y después con 7 años cotizados ya tienen el 100% de la jubilación, ¡Mirad como para esto sí se ponen de acuerdo! Yo he llegado a la conclusión de que el problema tiene que estar en los trajes. Si os dais cuenta, todos los peces gordos llevan traje, y cuanto más caro y más feo, más capullos son. Por tanto, he deducido que quizás esta prenda sea como el uniforme negro de Spider Man, que era un simbionte extraterrestre que sacaba lo peor que había en él. Pues debe de ser algo parecido, creo que los trajes se apoderan del alma de la gente o algo así. Mirad sino a Urdangarin, a Bárcenas, a Mario Conde, a Berlusconi…etc, etc, etc, o a los funerarios, bueno, aunque estos últimos se dedican a hacer su trabajo mientras que el resto se dedica a hacer lo menos posible.

El caso es que yo ya no me fio de nadie que lleve traje. Yo los prohibiría, y lo sustituiría por el chándal, que se encuentra más desprestigiado que la ONU, el FMI, la OECE, o que la honestidad de Wall Street. Pero el chándal sí que saca lo mejor de nosotros mismos. Si no, no tenéis más que fijaros en lo bien que lo han hecho en los últimos años Luis Aragonés y en Vicente del Bosque. Por fin España ganó un mundial. Lo único malo es que yo hubiera preferido regalárselo a Alemania con tal de acabar con esta Crisis. Espero que se atraganten con ella todos aquellos que se están forrando con ella, aunque creo que estos tipo tienen estómago hasta para digerir un pastel de mierda de una mofeta de Fukushima.

lunes, 5 de agosto de 2013

RANKING DE LIBROS QUE NO SE TERMINAN DE LEER

RANKING DE LIBROS QUE NO SE TERMINAN DE LEER



Los libros más abandonados por sus lectores
   El portal para lectores y recomendaciones literarias 'Goodreads' ha realizado una encuesta entre sus 20 millones de usuarios preguntándoles cuáles son los libros que más abandonan. Es decir, aquellos que fueron incapaces de terminar. Los poseedores de tan dudoso honor son 'Una vacante imprevista' y '50 sombras de Grey'.

   Existe un tipo de persona que se toma llegar hasta la última página de un libro como un reto personal. Da igual que no le guste lo que está leyendo, hay que acabarlo cueste lo que cueste. Según los datos de Goodreads, un 40% de los lectores (o al menos los suyos) pertenece a este singular grupo. Sin embargo hay ocasiones en las que por mucho empeño que se ponga o buena intención que se tenga, simplemente no se puede pasar una sola página más.
   Estos casos se dan y en los últimos años sobre todo con títulos como Una vacante imprevista, de J. K. Rowling, y 50 sombras de Grey, de E.L. James. Estos dos libros son los más abandonados por los lectores, según la encuesta realizada por el portal literario, que preguntó a sus usuarios por los títulos actuales que habían sido incapaces de terminar. La lista continúa con Come, reza, ama, de Elizabeth Gilbert, Millennium: los hombres que no amaban a las mujeres, de Stieg Larsson, y Wicked: Memorias de la una bruja mala, de Gregory Maguire.

Las razones del plantón
    Las razones por las que un lector decide claudicar y abandonar un libro son diversas. Desde un “argumento ridículo” o “una narración lenta y aburrida” a un personaje principal insufrible con el que resulta complicado identificarse. Varían las razones y también el empeño que ponen los lectores en darle una oportunidad al libro en cuestión.
   Si el 40% llega hasta el final a toda costa, el 15% se rinde antes de las 50 páginas. Un 28% aguanta un poco más dándole una oportunidad hasta la página 100, pero si a esas alturas del libro este no les ha enganchado, entonces cierran y a otra cosa.

Los clásicos también pierden lectores
La encuesta hacía referencia a los libros de reciente publicación más abandonados por los lectores, pero en Goodreads también tienen una lista con los cinco títulos clásicos que han sido cerrados antes de tiempo con mayor frecuencia. El primero del ranking, Trampa 22 (1961), de Joseph Heller. El segundo peldaño lo ocupa un libro de mucho peso como El Señor de los Anillos (1954), de J.R.R. Tolkien.
Otros dos clásicos a los que resulta difícil enfrentarse como lector y que muchos abandonan son Ulises (1922), de James Joyce, y Moby Dick (1851), de Herman Melville. Cerrando el ‘top five’, La rebelión de Atlas (1957), de Ayn Rand.
 

LIBROS Y AUTORES QUE MÁS LEEN LOS ESPAÑOLES

LIBROS Y AUTORES QUE MÁS LEEN LOS ESPAÑOLES


El 58% de españoles afirma leer entre una y dos horas diarias, tiempo superior al que dedicaban a esta actividad hace 20 años, y la mayoría prefiere el formato de papel frente al digital, según una encuesta elaborada hace poco por los grandes almacenes de libros y música Fnac.

En cuanto a los autores predilectos, Arturo Pérez-Reverte es el favorito de los encuestados entre los nacionales, seleccionado por un 41% de los entrevistados, seguido por Eduardo Mendoza (27%), Miguel Delibes (24%), José Luis Sampedro (23%), Almudena Grandes (22%), Manuel Vázquez Montalbán (14%); Antonio Muñoz Molina (12%), Javier Marías (11% ), Ana María Matute (10%) y Rosa Montero (9%). De los autores internacionales, el primer puesto es para José Saramago, elegido por un 37%, seguido de Mario Vargas Llosa (36%), Paul Auster (30%), Haruki Murakami (23%), Amin Maalouf (10%), Roberto Bolaño (9%), Cormac McCarthy (8%), Philip Roth (7%), J.M. Coetzee (6%) y Margaret Atwwod (5%).

la encuesta revela también que a la hora de adquirir un libro, un 84% tiene en cuenta su temática, un 71% valora el autor y un 46% sigue las recomendaciones de familiares y amigos.

domingo, 21 de julio de 2013

¿DÓNDE ESTÁN LAS NOVELAS DE HUMOR?

 

ARTÍCULO DEL PERIODICO: "PÚBLICO.ES" por PAULA CORROTO Madrid 10/10/2009 19:56 Actualizado: 10/10/2009 20:32

La novela pierde gracia

La literatura española se ha desprendido del humor en un año en el que los lectores demandan evasión a la crisis. Las editoriales piden manuscritos de humor inteligente


En el año 2001, Lo mejor que le puede pasar a un cruasán (Lengua de Trapo), de Pablo Tusset, vendió más de 100.000 ejemplares. La mordaz y estrafalaria historia del treintañero Pablo Miralles, un vago inadaptado que tiene que resolver un misterioso caso en Barcelona, se convirtió en el éxito de la temporada. Las Torres Gemelas habían caído y el cruasán mandaba entre tanta oleada de lágrimas. El éxito fue tal que el propio editor de Lengua de Trapo vendió al autor a Destino, una de las grandes editoriales, que en 2006 publicó su siguiente libro, En el nombre del cerdo.
Sin embargo, aquel fue un caso puntual. A excepción de l os libros de Eduardo Mendoza, que cuenta con su caterva de fieles -del último, Las aventuras de Pomponio Flato (Seix Barral), vendió más de 500.000 ejemplares-, ninguna novela de humor ha vuelto a estar entre los libros más vendidos. Tampoco parecen contar demasiado para los premios más prestigiosos. Sólo hace falta mirar a los últimos diez premiados con el Nobel: la tragedia, el drama y la denuncia suelen ser los ingredientes en los que se apoyan todas las tramas.

Sin manuscritos de risa

La cuestión es que tampoco se editan demasiado libros que tengan la carcajada como intención. Según los datos del Gremio de Editores, en 2007 sólo un 4,7% de los libros publicados pertenecían a este género. Muy por debajo de la novela histórica, policiaca o incluso romántica.
Ni siquiera en estos tiempos de crisis parece que vaya a llegar un aluvión de literatura humorística y evasiva. De hecho, el best-seller actual, como la trilogía de Stieg Larsson, no tiene ninguna gracia. Y el próximo pelotazo que se avecina, El último símbolo, de Dan Brown, tampoco se ampara en los cánones de la risa.
Seix Barral, Alfaguara y Mondadori han confirmado a este periódico que para el catálogo del año próximo no hay planeado, de momento, aumentar los títulos humorísticos. "Quizá lo que sí pueden aparecer son libros más banales, sobre chistes y con un humor más zafio", apunta Elena Ramírez, de Seix Barral.
Para justificar esta falta, los editores se escudan en la escasa calidad de los manuscritos humorísticos que les llegan a sus despachos. La propia Ramírez constata que hay "muy pocas historias donde el humor sea inteligente y de calidad, y no una patochada. Además, tampoco es que abunde. No llega demasiado porque creo que todos lo consideramos como un género menor. Lo normal es que aparezcan manuscritos en los que el protagonista sea un joven torturado. A no ser que seas un Woody Allen y le eches morro, nadie envía un libro de humor".

Intereses mercantiles

Los escritores que sí practican el género no se muestran muy de acuerdo con este argumento. De hecho, según Juan Aparicio Belmonte, autor de El disparatado círculo de los pájaros borrachos (Lengua de Trapo), las editoriales se mueven finalmente por intereses mercantiles. "Esto es un negocio, ni más ni menos", aboga. Lo mismo piensa su colega Juan Bas (Alacranes en su tinta), quien reconoce que "no hay muchos libros buenos de ningún género. Las editoriales apuestan por lo último que les ha ido bien. El criterio no es lo que sobra", sostiene. Y ahora es evidente que la novela va por otros derroteros: mucho asesinato y mucha ficción histórica.
Tampoco parece estar muy clara la propia definición del concepto de novela o relato humorístico. Para Antonio Martínez, autor de la reciente Grúas asesinas (Seix Barral), novela que busca la carcajada en un asunto como el del pelotazo urbanístico, existe un problema ya de fondo a la hora de colocar los títulos en los estantes de las librerías.
"A veces bajo el epígrafe humor te encuentras con libros de Tom Sharpe al lado de Cómo ligar en Albacete sin saber inglés o No tengo novio y qué o Yo me lo guiso, él se la come. Es como si en las librerías hubiera un epígrafe de libros para llorar y estuvieran todos los que no son de humor".

Poca consideración

El punto en el que coinciden editores y escritores es el de la poca consideración que se le tiene al género. Elvira Lindo, creadora de la saga de Manolito Gafotas, publicada en Alfaguara, reconoce que "en España, la literatura humorística, sea en periódicos o en libros, tiene poco prestigio. ¿La culpa? Probablemente, los críticos infavaloran el humor y esa falta de consideración se contagia".
Y, sin embargo, es un género que cuesta. Como ocurre en otras disciplinas artísticas, con la literatura también se uede llegar a la fibra del lector mucho más fácil que a la carcajada. Y con un obstáculo mayor: "Son novelas que transitan en un terreno pantanoso donde el autor se la juega. Si se cae en el chiste fácil, la novela se puede ir al garete", sostiene Juan Aparicio Belmonte.
Aunque, eso sí, como apunta Juan Bas, "el peor peligro de todos es no tener ni puta gracia. No hay nada tan patético, tanto en la vida real, como en la literatura, que intentar dárselas de gracioso y resultar tan divertido como la batalla de Stalingrado".

Una risa muy noña

El humor tiene además una serie de cualidades a las que no llegan otros géneros. Una de ellas es poder tocar temas considerados serios y  transformarlos en una auténtica gamberrada. Por ejemplo, el de la propia crisis económica actual.
Aunque tampoco se ha salvado de la censura. Precisamente, por su capacidad para llegar más allá, algunos escritores reconocen que sus editores les han metido la tijera. Elvira Lindo recuerda cómo en algunos países han recortado pasajes de sus novelas de Manolito Gafotas. "Todos los países tienen sus normas y tabúes. Pero el caso de España es raro porque tenemos más libertad verbal que casi en ningún país, se dicen muchísimas palabras malsonantes y, sin embargo, somos cicateros a la hora de ampliar la libertad de expresión", afirma.
El argentino Hernán Casciari, autor de Más respeto, que soy tu madre, señala a su vez que "el humor es cada vez más ñoño y tonto, y no se puede hablar ni de sexo, ni de enfermedad, ni de terrorismo".

Con sello ibérico

Con respecto a las geografías, el humor también tiene sus diferencias. Elvira Lindo señala una característica propia del humor español y es aunque "contiene una gran dosis de burla" no nos reímos de nosotros mismos. "En EEUU, en cambio, el primer objetivo de sus bromas son ellos mismos. Tienen hasta un nombre para eso: selfdeprecating", manifiesta la autora de Una palabra tuya.
A los españoles, que no los toquen. De eso también sabe Hernán Casciari, que publicó hace unos años, España, perdiste (Plaza & Janés), un libro satírico sobre la relación entre españoles y argentinos, y se dio cuenta de que "de los españoles sólo se pueden reír los españoles". Para él, esa es una diferencia con respecto a otros países, aunque cada región tiene su tipo de humor. "En México, por ejemplo, el humor negro llega hasta niveles primarios y en Argentina la autocrítica es muy grande".
Otra de las cualidades del humor es que a través de él se pueden analizar los cambios coyunturales de la sociedad. Es decir, nuestra risa cambia según lo que ocurra a nuestro alrededor. "Muchas veces tiene que ver con la actualidad política. Ahora nos reímos de la trama Gürtel con los bolsos de Rita Barberá [alcaldesa de Valencia]. De hecho, creo que hay un humor en ciernes: cómo vamos a cambiar la piel analógica a la digital", apostilla Casciari.
Los lectores sí son conscientes de todas estas cualidades de la literatura de humor. Así lo reconocen los libreros a este periódico: "Los libros de humor se venden bastante bien", afirma León Vela, de la librería zaragozana Cálamo. Sin embargo, las editoriales hoy van por otros caminos. "Ahora me voy a la feria de Fráncfort y creo que ahí lo único que voy a encontrar son muchos asesinatos", zanja la editora Elena Ramírez.

domingo, 7 de julio de 2013

miércoles, 3 de julio de 2013

POEMA SOBRE LOS DESAHUCIOS DEDICADO A LA PAH



   Aquí comparto un emotivo poema sobre los crueles desahucios que se están produciendo estos años bajo la excusa de la Crisis Económica.
     Es un poema desde la mirada de un niño. De un niño pobre, por supuesto; pues si fuera rico la Justicia no lo permitiría. 



Dedicado a todos aquellos afectados por una

cruel ley hipotecaria del siglo XIX. Y dedicado

especialmente a esa gran gente de la PAH,

por su valentía, por su tesón, por su justicia…

ALGO  QUEDARÁ



El pasado mes de mayo, el parque cerró a los niños.

Columpios averiados,

peligro inasumible.

Los hijos de los pobres, estarían sólo aburridos.



El pasado mes de junio, ningún camión rodeó mi casa.

Sí lo hizo un taxi,

sí lo hizo un pillo,

sólo vi un turista observando confundido.



El pasado mes de julio, la pareja no tomó café.

Sillas vacías en la terraza, esperaban sin esperanza,

nuevas historias, nuevas batallas,

nuevos ilusos, que disfrutaran.



El pasado mes de agosto, robaron en la tienda.

No era de joyas, ni de zapatos,

ni ultramarinos, ni de tabaco,

era de fruta, y digo era, porque cerró, y sin candado.



El pasado mes sin más, mi padre volvió del trabajo

antes de hora y cabizbajo,

con el almuerzo bajo el brazo.

Lo comería para la cena, mas sólo un pedazo.



Una semana antes, desde la habitación de mi ventana,

al fin vi un camión, venía a mi casa.

Se llevó muebles, se llevó camas.

Desechó libros, platos y tazas.



La tarde de ayer, en una casa vi mi ventana,

desde el otro lado

y por vez última,

más, jamás olvidaré, mi ventana de infancia.



Ni gente de verde, ni mi madre, ni mi padre,

lograron juntos sostener su casa.

La gente de azul, instada por la de negro,

nos invitaron a ver, de lejos, nuestra fachada.



Algo quedará, decía padre, por hacer.

¿Quedará algo?, contestaba madre, sin saber.

Algo quedará, decían los verdes animados.

¿Quedará algo? me decía yo asustado.


La tarde siguiente, visité mi ventana.

En soledad, me esperaba desde esa casa.

Adiós, le dije, pues cambié de colegio,

a uno de pobres, que queda lejos.



La tarde siguiente, pobre quedé, también de padre;

su corazón falló de añoranza, dijo mi madre.

Sé que de un balcón saltó, lo decía la gente;

no sólo perdió su casa, además, perdió su mente.



Algo quedará, decía mi madre.

Quedará esperanza, decía mi abuelo.

Quedará el recuerdo, decía mi alma.

Quedará justicia, decía mi anhelo.



En tiempo de polvo y ratas, buenos para poesía,

los ricos salen corriendo y quedan los pobres,

quedan los buenos, quedan los héroes

de lucha y denuedo.



La tierra siempre la levantan los de abajo,

manden, bien o mal, los de arriba.

y mi padre, lo dio todo,

no me falló nunca, pues dio su vida.