domingo, 30 de junio de 2013

¿Es un arte la tauromaquia?


¿ES UN ARTE LA TAUROMAQUIA?


        Este será un artículo muy breve. La cuestión es bien sencilla y no ofrece demasiadas dudas filosóficas. La tauromaquia se reduce a humillar y matar a un animal por simple diversión. No negaré que el proceso incluye algunas "habilidades", por parte de los verdugos, para intentar aportar una coartada al espinoso entretenimiento. Estas habilidades, de dudoso gusto por cierto, incluyen pases, banderillas, picadores, y lograr ensartar a un animal con una espada de forma que logre matarse de un solo intento. Esta es la definición objetiva del espectáculo.
       No me cansaré hablando a los aficionados, ya que a estos les basta cualquier excusa para justificar su particular diversión. Por otro lado,  si aún quedan dudas para algún indeciso solamente le plantearé un par de cuestiones:

   - Si es un Arte, ¿por qué necesitan adornarlo con música y trajes coloridos? ¿no se disfrutaría más eliminando estos detalles para así asimilar el espéctaculo en toda su pureza?

  - ¿Acaso existe algún otro Arte que produzca un contundente rechazo de un 30% de la sociedad y una indiferencia de un 60%? ¿La música? ¿La escultura? ¿La pintura? ¿La arquitectura? ¿El cine? ¿La pintura?.... Es curioso que el resto de artes sea bien valorado por el 99% de la población, sin matices.

   PD: Si no eres un hipócrita, y te gusta ver sangre, peligro, dolor, y sufrimiento, no te ofendas si luego se ten compara con los bárbaros que disfrutaban en el Coliseo Romano. Hace nada menos que unos 2.000 años. 

sábado, 15 de junio de 2013

¿QUIÉN NOS ESTÁ SACANDO DE LA “CRISIS”?

¿QUIÉN NOS ESTÁ SACANDO DE LA “CRISIS”?





   Con este pequeño artículo pretendo hacer un homenaje a aquellos, de los que nadie habla, que realmente nos están sacando de la “crisis”. Por topicazo que pueda parecer, esos no son otros que los, pocas veces mencionados, currantes. Aquellos que con sus jornadas de trabajo honesto y humilde consiguen que siga girando esta rueda de la economía y de la riqueza. A base de granitos de arena, todos esos ciudadanos de la base de la pirámide de poder lo están logrando. Son muchísimos:


Agricultores, albañiles, transportistas, operarios, maestros, médicos, mecánicos, fontaneros, electricistas, informáticos, limpiadores, cuidadores, basureros, agente de seguridad, asociaciones ciudadanas, psicólogos, peluqueros, voluntarios, am@s de casa, comerciantes, enterradores (nunca nadie se acuerda de ellos)…etc, etc, etc, hasta formar un gran conjunto que pocas veces se tiene en cuenta.

   Todos aquellos que cobran un sueldo NORMAL; más alto o más bajo, pero acorde con los servicios que prestan; y que trabajan sin protestar, a no ser que les pisoteen tanto que no les quede otro remedio. Toda esta gente es la que, en realidad, nos está sacando y nos va a sacar de esta “crisis” que no ha sido otra cosa más que un robo de guante blanco contra el 95% de los ciudadanos de bien. Y los ladrones, casualmente, no son otros sino aquellos que se apoltronan en el pico de la pirámide de poder; los más prescindibles, los que no suelen producir nada. Se limitan a colocarse de falsos intermediarios, y de omnipotentes administradores, calificando ellos mismos su trabajo de crucial, poniéndolo por encima del de los demás, y justificando así sueldos descomunales por dudosos servicios. En resumen, gente prepotente, avariciosa, egoísta e insolidaria; una especie de  sabandijas, parásitos y larvas chupadoras de sangre que aprovechándose del sistema esquilman a los ciudadanos. Con sueldos de más de 100.000 euros al año, de los que encima no quieren pagar impuestos. En definitiva, los que sí suelen salir por la tele: políticos influyentes, futbolistas, cantantes, actores, famosos….etc. Cierto es que algunos nos hacen la vida más agradable y llevadera, pero también deben de ser un poco HIJOS DE LA GRANDÍSIMA cuando se atreven a cobrar más que un cirujano, el cúal, además de hacerte la vida más agradable también suele salvártela. Así como los albañiles que te dan casa, los agricultores que te dan comida, o los transportistas que, entre otras cosas, te transportan al hospital cuando lo necesitas. Solamente una pregunta más. una cuestión que hasta un niño podría entender: ¿Por qué tienen que cobrar mucho más aquellos que aportan ocio o que solamente reparten la tarta, que aquellos que nos dan y nos sostienen nuestras vidas? En esto consiste el capitalismo, señores. Una sociedad de castas como las de la India, donde no vales por lo que haces, sino por lo que generas o por lo que puedes atrapar. Una sociedad de desigualdad y de injusticia donde los verdaderos generadores de riqueza y de derechos no son otros que LOS CURRANTES de siempre, y no LOS PARÁSITOS que nos gobiernan. El día en el que se valore igual el trabajo de un político o el de una estrella de cine o fútbol, que el de un agricultor o el de un obrero, ese día al mundo no lo reconocerá ni la madre que lo parió. Doy, por tanto, mi más sincera admiración como homenaje, a todos esos currantes de los que nadie habla y que son los que nos están sacando de esta gran estafa económica de la que sólo se han forrado los cuatro de siempre. ¡VIVAN LOS CURRANTES! (aunque no tengan trabajo).

lunes, 3 de junio de 2013

El fracaso de la animación a la lectura.

El fracaso de la animación a la lectura.

   Desgraciadamente, las bibliotecas no paran de afanarse en promover programas de animación a la lectura. Ya sé que se trata de una gran ayuda, pero esto también significa que la citada actividad educativa ha iniciado una peligrosa caída en barrena, al igual que un avión al que le empiezan a fallar los motores.
   ¿Cuánta gente lee en realidad? Os invito a realizar una rápida estadística a ojo avizor entre vuestros conocidos. Yo la he hecho y sólo me salen 3 personas. Y he tenido en cuenta a más de 100. Tan siquiera con mis libros consigo una excepción, tengo a más conocidos que no han mostrado mayor interés (quizás por aquello de que nadie es profeta en su tierra) que los que se han tomado el esfuerzo de leer al menos el primer capítulo de una de mis novelas. Muchos pensarán que estoy exagerando. ¡Qué más quisiera yo! La única explicación que encuentro es que la lectura está dejando de estar de moda.

     La mayoría de la gente dice que lee, pero eso es solamente porque no saben realmente lo que significa leer. La verdadera lectura es, simplemente, una sencilla y gratificante actividad de ocio. Al igual que practicar algún deporte o ir al cine. Por tanto, tengan en cuenta que existen numerosas excepciones donde, aunque uno se encuentra leyendo, no se pueden calificar como lectura. Por ejemplo, cuando leemos un libro de texto, en realidad estamos estudiando y no leyendo; cuando leemos un periódico, estamos informándonos y no leyendo; cuando leemos un libro que nos han mandado en el instituto, estamos haciendo deberes y no leyendo; y cuando repasamos una revista del corazón, estamos cotilleando y no leyendo.
   La gente que lee lo hace exclusivamente por placer. Lo hace para entretenerse, divertirse o sorprenderse. Éste debe de ser el motivo principal. De tal modo que la literatura que satisface la necesidad de leer debe buscar, por encima de todo,  pasar un buen rato y entretener al que coge un libro. Si no me dejo nada en el tintero, los únicos géneros literarios que responden a este patrón son únicamente la poesía, la novela y el teatro (me refiero al leído, pues las representaciones in situ son otra cosa); el ensayo, pese a quien le pese, lo catalogaría como actividad didáctica, aunque a veces no nos enseñe nada en absoluto; sin embargo, su principal objetivo es éste último.
   Recalculando pues la anterior estadística con las debidas correcciones, apuesto a que ya no conocen a tanta gente que lea. Por ello algunos nostálgicos están tratando de salvar a la lectura con los famosos programas de animación, eufemísticamente hablando, pues parece que quieren animar a algo que supone un esfuerzo. Y no debe de ser así. Se deberían llamar, por ejemplo, “programas para compartir el placer de la lectura” o cualquier otra cosa por el estilo. Quizás la gente se percate de los matices y huyan de una actividad de ocio para la que los tienen que animar. ¡Con lo vagos que nos estamos haciendo hoy día!
   De todos modos, dudo que con cambiarle el nombre a estos programas baste para salir de la caída en barrena. La poesía y el teatro ya se han estrellado estrepitosamente. ¿O acaso conocen ustedes a un mínimo de gente que lea "estas extrañas artes del pasado"? Tampoco pretendo culpar a nadie. Supongo que todo es fruto de la evolución del ser humano dentro de las sociedades desarrolladas. Cada vez tenemos más actividades de ocio. Y, de ellas, las basadas por ejemplo en la tecnología, nos están comiendo gran parte del pastel. Lamentablemente, el único sitio donde he visto a la gente leyendo por la calle es cuando estuve en el metro de Madrid. No me cabe duda de que éstos sí que lo hacen por placer, pero es una pena que se estén convirtiendo en una especie en extinción.



Diego Almansa Ortega.

10 Ventajas e Inconvenientes del libro electrónico

10 Ventajas e Inconvenientes del libro electrónico

La elección entre el libro clásico y el elétronico
Ventajas  e  inconvenientes
1º. Con el ebook puedes tener miles de libros en la palma de tu mano, pero es fácil despistarse y dedicar más tiempo a guardar obras que a leer. Iniciativa que se potencia con el libro clásico.
2º. El ebook puede elegir el tipo de letra pero suele cansar más la vista debido al brillo de las pantallas. Mientras tanto, con una novela encuadernada no se pierde el romanticismo de pasar las páginas con el dedo.
3º. El lector se implica más en la compra de un ejemplar a la antigua usanza ojeándolo, oliéndolo y seleccionándolo entre los muchos que se contemplan en una librería, mientras que la compra del ebook resulta más artificial al realizarse mediante una descarga electrónica.
4º. El ebook es mucho más barato, pero ello perjudicará a autores y librerías. Probablemente, acabará imponiéndose, pero la variedad literaria sufrirá una lamentable merma. El público leerá principalmente aquellas escasas obras que las editoriales decidan promocionar, quedando muchísimas ideas en los cementerios de libros perdidos.
5º. Nos despediremos de la ilusión que nos hace que nuestro autor preferido nos dedique su última obra.
6º. El tamaño de la biblioteca de nuestra casa se reducirá bastante, pero ya no sabremos cómo decorar nuestro salón o nuestra habitación.
7º. Las bibliotecas públicas ya no serán lo que eran, pues los jóvenes cada vez las usarán menos al no acostumbrarse a manejar papel. No obstante, se evitarán posibles alergias al polvo o a la tinta.
8º. Si dejas préstado un libro, ya no te lo destrozarán subrayándolo o doblándole sus páginas.
9º. Ya no sé podrá averiguar que está leyendo una persona cercana observando la portada. Lo que roba a los intelectuales una posibilidad más para ligar con chicos o chicas comentando a esa persona que tú ya has leído ese libro.
10º. Las obras clásicas ya no serán tan clásicas pues los libros nunca se deterioraran. De tal modo que perderemos la nostalgia de las primeras ediciones.